Evangelio del DÃa

---------------------------
Jueves 7 de enero de 2016
1 San Juan: 4, 19-5, 4:
El que ama a Dios, que ame también a su hermano.Queridos hijos: Amamos a Dios, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: "Amo a Dios" y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Además, Jesús nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios, que ame también a su hermano.Todo el que cree que Jesús es el MesÃas, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo.
Sal 71
R/. R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Dios mÃo, confÃa tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R/.
Que en sus dÃas florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran RÃo al confÃn de la tierra. R/..
San Lucas: 4, 14-22:
Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.En aquel tiempo, con la fuerza del EspÃritu, Jesús volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región.Fue también a Nazaret, donde se habÃa criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura.
Se le dio el volumen del profeta IsaÃas, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El EspÃritu del Señor está sobre mÃ, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oÃr".Todos le daban su aprobación y admiraban la sabidurÃa de las palabras que salÃan de sus labios.